La solución más aceptada hoy en día para reponer un solo diente ausente es la colocación de un implante unitario.
Se basa en la colocación de un implante de titanio que imita las funciones de la raíz del diente ausente, a la que se le fija una corona dental lo que permite recuperar al 100% la capacidad de masticación y la estética de cualquier pieza dental.
Previamente, se desarrollará la fase de estudio del caso con nuestros equipos de Radiología Tridimensional 3D de última tecnología, para determinar la mejor forma de cirugía, habitualmente muy sencilla, que nos permitirá colocar al implante en el hueso subyacente, sin presentar ni la inflamación ni el dolor típico de otras cirugías más agresivas.
Una vez situado el implante suele dejarse en reposo subgingival un tiempo a determinar, para posteriormente elaborar la corona protésica que se ubicará sobre el implante realizado.